Su Nombre es Emmanuel

Su nombre es Emmanuel

Cuando llega un niño a un hogar,
nada en el lugar vuelve a ser igual;
todo es buen principio, no se piensa en fin,
nuestras vidas giran sobre el pequeñín.

Juegos, risas, siempre a granel,
la responsabilidad crece a la par de él;
nada quiere apartarse, todo es miel,
la familia se une gracias a su ser.

Coro:
Así ha hecho Dios con todos nosotros:
su gloria fue manifiesta, su nombre es Emmanuel.
Aquel Verbo fue hecho carne y le amaron,
pastores, magos de oriente, y sus padres junto a Él.

No vino a sacar nuestra alma del infierno,
eso es solo consecuencia de su perfecto amor.
Él vino a reconciliar y a salvar lo que se había perdido;
os rogamos en el nombre de ese Niño:
¡Reconciliaos con Dios!

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Su nombre es Emmanuel

   
   

Dm                 A7           Dm  G
   Cuando llega un niño a un hogar,
        Bb       Gm            A7
nada en el lugar vuelve a ser igual.
Dm                 A7                       Dm  G
   Todo es buen principio, no se piensa en fin,
         Bb           Gm           A7
nuestras vidas giran sobre el pequeñín.

Gm                 C        Am  D
  Juegos, risas, simples a granel,
       Gm             A7             Dm D
la responsabilidad crece a la par de él.
Gm                 C           F    Bb
  Nadie quiere apartarse de su ser,
     Gm             A7          D 
la familia se une gracias a su ser.

 D                    A7           Bm
Así lo ha hecho Dios con todos nosotros,
    Am     D        G
su gloria fue manifiesta,
    Em             A7
¡Su nombre es Emmanuel!
Aquel Verbo fue hecho carne y le amaron,
pastores, magos de oriente
y sus padres junto a Él.

No vino a sacar nuestra alma del infierno,
eso es solo consecuencia
de Su perfecto amor.

Él vino a reconciliar y a salvar
lo que se había perdido.
¡Os rogamos en el nombre de ese niño,
reconciliaos con Dios!

    

©Copyright 2025, Ani-Ann
Alabanzas a nuestro Dios

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Reflexión

" La responsabilidad y el gozo que experimentamos al cuidar de un niño reflejan el amor con el que Dios nos cuida y guía. En este tiempo, recordemos que Su propósito al enviar a Su Hijo fue salvarnos y mostrarnos Su gloria. ¡Qué privilegio tener un Salvador que dio Su vida para darnos vida eterna! Hoy, el llamado es claro: reconciliémonos con Dios, permitamos que ese amor perfecto transforme nuestro corazón y vivamos para Su gloria.

Exaltaré a Jehová en mi vida; Cantaré salmos a mi Dios mientras viva." — Salmos 146:2