Me hirió el pecado "En la cruz do primero vi la luz", herido triste a Jesús, letra y acordes
Cantemos con entendimiento
Letra: Isaac Watts 1707, Trad. Pedro Grado Música: Ralph E. Hudson, 1885
Este himno expresa una profunda reflexión sobre la salvación por medio de la cruz y el poder redentor de Jesús, que, con Su sacrificio, transforma nuestras vidas y nos da la esperanza de una eternidad junto a Él. Cada estrofa de esta canción aborda un aspecto clave de la obra de Cristo y el impacto que tiene en nuestra vida.
1. El pecado y la luz de Cristo
"Me hirió el pecado, fui a JESÚS
mostréle mi dolor;
Perdido, errante, vi su luz,
Bendíjome en su amor."
El himno comienza reconociendo el daño causado por el pecado. El pecado nos hiere, nos aparta de Dios y nos deja perdidos y errantes. Pero cuando vamos a Jesús, encontramos la luz de la salvación. En Él, el dolor se transforma en perdón y restauración.
– "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Juan 8:12"
Jesús es nuestra luz en medio de la oscuridad, y al acercarnos a Él, somos transformados por Su amor.
2. La cruz y el sacrificio de Cristo
"En una cruz mi buen Señor
Su sangre derramó;
Por este pobre pecador
A quien así salvó."
La segunda estrofa resalta el sacrificio de Cristo en la cruz, donde derramó Su sangre para perdonar nuestros pecados. Esta es la clave del Evangelio: Jesús, el Cordero de Dios, murió por nosotros, pecadores que no merecíamos tal amor.
– "El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, muertos al pecado, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
1 Pedro 2:24"
Este sacrificio nos trae sanidad espiritual y la esperanza de la vida eterna.
3. La victoria sobre la muerte
"Venció a la muerte con poder
Y el Padre lo exaltó;
Confiar en Él es mi placer,
Morir no temo yo."
Aquí se hace referencia a la victoria de Jesús sobre la muerte a través de Su resurrección. Cristo venció a la muerte, y al hacerlo, nos dio victoria sobre el pecado y la muerte. Este acto de poder nos asegura que tenemos vida eterna en Él.
– "¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo."
1 Corintios 15:55-57
El temor a la muerte es reemplazado por la esperanza en la resurrección y la vida eterna en Cristo.
4. El consuelo del Espíritu Santo y la entrada al reino celestial
"Aunque Él se fue, conmigo está
El gran Consolador;
Por Él entrada tengo ya
Al reino celestial."
En esta estrofa, se menciona al Espíritu Santo como el Consolador que Jesús prometió enviar. Aunque Jesús ascendió al cielo, el Espíritu Santo está con nosotros, guiándonos, consolándonos y dándonos acceso a las promesas de Dios, incluyendo la entrada al reino celestial.
– "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de verdad, el cual el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros."
Juan 14:16-17
El Espíritu Santo es la garantía de que somos parte del reino de Dios, y Él nos prepara para la eternidad junto a Cristo.
Reflexión final
Este himno nos recuerda el sacrificio inmenso de Jesús en la cruz, el poder de Su resurrección y el consuelo continuo del Espíritu Santo. Cada estrofa refleja la salvación completa que tenemos en Cristo: desde el perdón por el pecado hasta la esperanza de la vida eterna.
La cruz es el lugar donde nuestras manchas son lavadas, donde nuestro dolor es sanado, y donde somos hechos nuevas criaturas en Cristo. No importa cuán perdidos hayamos estado, en Cristo encontramos la luz, la paz y la salvación.
💡 Pregunta para meditar:
¿Has experimentado personalmente el consuelo de Jesús y la victoria sobre la muerte a través de Su resurrección?
"En la cruz - - - - - - - -"
En la cruz
Letra: Isaac Watts 1707, Trad. Pedro Grado ✏️
Música: Ralph E. Hudson, 1885 ✏️
1. Me hirió el pecado, fui a JESÚS
mostréle mi dolor;
Perdido, errante, vi su luz,
Bendíjome en su amor.
Coro
En la cruz, en la cruz,
Do primero vi la luz
Y las manchas de mi alma yo lavé;
Fue allí por la fe do vi a JESÚS,
Y siempre feliz con Él seré.
2. En una cruz mi buen Señor
Su sangre derramó;
Por este pobre pecador
A quien así salvó.
3. Venció a la muerte con poder
Y el Padre lo exaltó;
Confiar en Él es mi placer,
Morir no temo yo.
4. Aunque Él se fue, conmigo está
El gran Consolador;
Por Él entrada tengo ya
Al reino celestial.
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Letra: Isaac Watts 1707, Trad. Pedro Grado
Música: Ralph E. Hudson, 1885
D
1. Me hirió el pecado, fui a Jesús,
G D A7 D A
mostréle mi dolor;
D
Perdido, errante, vi su luz,
Em D A7 D G D
bendíjome en su amor.
Coro
En la cruz, en la cruz
A
do primero vi la luz,
A7 D
y las manchas de mi alma yo lavé;
G Gm D
Fue allí por la fe do vi a Jesús,
Em A7 D G D
y siempre feliz con Él seré
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Alabanzas a nuestro Dios
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